Aquí identificamos un patrón espacial compartido de grosor cortical (TC) en el desarrollo normativo y en varios trastornos psiquiátricos y neurológicos. Se aplicó el análisis de componentes principales (ACP) al CT de 68 regiones en el atlas Desikan-Killiany derivado de tres conjuntos de datos a gran escala que comprendían un total de 41.075 participantes neurotípicos. El ACP produjo un primer componente principal espacialmente amplio (PC1) que fue reproducible entre los conjuntos de datos.

Cada vez hay más pruebas de que el consumo de cannabis es un factor de riesgo clave en el desarrollo de la psicosis, pero los mecanismos que sustentan esta relación siguen sin estudiarse. Este estudio se propone determinar si la alteración del sueño actúa como mediador de la relación cannabis-psicosis.

Las alteraciones del yo constituyen un sello distintivo de la psicosis, pero sigue sin estar claro si estas alteraciones están presentes en poblaciones de riesgo y, por lo tanto, su papel en el desarrollo de la psicosis está aún por confirmar. El presente estudio abordó esta cuestión midiendo los correlatos neurales del procesamiento del yo-otro en jóvenes pertenecientes a tres trayectorias evolutivas de experiencias psicóticas. Durante una tarea de procesamiento del yo-otro, los jóvenes que mostraron una trayectoria creciente mostraron hipoactivación del córtex prefrontal dorsomedial e hipoconectividad con el cerebelo. Por el contrario, los jóvenes que mostraron una trayectoria decreciente mostraron una menor activación de la circunvolución temporal superior, la circunvolución frontal inferior y la circunvolución occipital media. Estos hallazgos sugieren que la trayectoria creciente está asociada a alteraciones que podrían erosionar las distinciones entre el yo y el otro, influyendo en la aparición de síntomas como las alucinaciones. La trayectoria decreciente, en comparación, se asoció con hipoactivaciones en áreas que influyen en la atención y el procesamiento básico de la información de forma más general. Estas alteraciones podrían afectar a la susceptibilidad de las trayectorias a los síntomas positivos frente a los negativos, respectivamente.

Con la crisis sanitaria y de sobredosis de opiáceos creciendo y evolucionando rápidamente en Norteamérica, este número especial ofrece la oportunidad de presentar una serie de estudios en los que participan investigadores en este campo de todo el país. En nuestro grupo de trabajo participan expertos de diversas disciplinas, como la salud pública crítica, la sociología, la psiquiatría, la psicología y la antropología.

Hay una falta de conocimiento sobre cómo diversos jóvenes (de 15 a 25 años) experimentan el consumo de opiáceos, se conectan a los servicios relacionados con los opiáceos y navegan por el trastorno por consumo de opiáceos. Se necesitan urgentemente conocimientos que sirvan de base para el desarrollo de la prevención y el tratamiento de los jóvenes. En este artículo se esboza un protocolo para una cumbre pancanadiense de participación juvenil, se analizan los éxitos y los retos experimentados y se esbozan sugerencias para futuras iniciativas de participación de este tipo.

Este estudio caracteriza las necesidades de los proveedores de servicios, las lagunas y las áreas problemáticas en la prestación de servicios relacionados con los opiáceos para jóvenes de 15 a 25 años en todo Canadá.

El Dr. Conrod invitado a comentar un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry sobre los efectos a largo plazo del cannabis en la salud cerebral. Comentario sobre "Long-Term Cannabis Use and Cognitive Reserves and Hippocampal Volume in Midlife".

Los jóvenes y los adultos jóvenes se han visto muy afectados por la crisis sanitaria y de sobredosis de opiáceos en Norteamérica. Nuestra revisión de los principales informes internacionales indica que existen pocas intervenciones y tratamientos centrados en los jóvenes para el consumo de opiáceos. Nuestra revisión de alcance buscó identificar, caracterizar y evaluar cualitativamente las intervenciones clínicas y preclínicas específicas para el consumo de opiáceos entre los jóvenes.

Se reclutó una muestra única de 86 jóvenes a partir de una muestra poblacional de más de 3.800 adolescentes que habían sido seguidos desde los 13 hasta los 17 años de edad. Se identificaron tres grupos sobre la base de trayectorias de desarrollo validadas: una trayectoria de control con experiencias de tipo psicótico (PLEs) bajas y decrecientes, y dos trayectorias atípicas con PLEs basales de moderadas a elevadas que posteriormente disminuyeron o aumentaron. Todos tenían datos de resonancia magnética funcional recogidos durante una tarea de procesamiento de emociones faciales. Se analizaron los datos de activación funcional y conectividad para diferentes contrastes. La trayectoria ascendente informó de más síntomas positivos y exhibió una disconectividad en áreas que influyen en la saliencia de la emoción y la percepción de la cara. Por su parte, la trayectoria decreciente informó de más síntomas negativos y presentó alteraciones en las áreas de integración de la información visual. Estas características específicas del grupo podrían explicar la expresión diferencial de los síntomas. 

Los jóvenes de entre 15 y 25 años son el grupo de edad con más probabilidades de abusar de los medicamentos con receta. Son pocos los estudios que han puesto a prueba los modelos teóricos de riesgo de consumo de medicamentos de venta con receta por parte de los adolescentes. Además, rara vez se tienen en cuenta las distintas vías de acceso a las diferentes formas de consumo de medicamentos con receta.

El principal objetivo de nuestra revisión sistemática y meta-análisis fue destacar la relación entre los sesgos cognitivos y las experiencias similares a las psicóticas (PLEs) cuando ambas son evaluadas por medidas de auto-informe.

Los principales cambios neurocognitivos ocurren durante la adolescencia, haciendo de esta fase uno de los períodos de desarrollo más críticos de la vida. Además, esta fase de la vida es también el momento en que comienza el uso de sustancias en la juventud. Varios estudios han demostrado las asociaciones diferenciales del uso de alcohol y cannabis en relación con el funcionamiento neurocognitivo tanto de hombres como de mujeres.

Hay indicios de que el tiempo de examen está asociado con los síntomas de la ansiedad en los adolescentes, pero desde una perspectiva longitudinal, la magnitud, la especificidad y la precedencia temporal de esta asociación están relativamente poco exploradas. Para abordar esta brecha, en el transcurso de 4 años, encuestamos anualmente a los adolescentes evaluando su uso de varios tipos de tiempo de pantalla por día y los síntomas de ansiedad.

Un tratamiento fundamental para la adicción a los opiáceos en América del Norte es la terapia de mantenimiento con metadona (MMT), una forma de terapia agonista de los opiáceos (OAT).

La mayoría de los trastornos psicopatológicos se desarrollan en la adolescencia. La base biológica de este desarrollo no se comprende bien. Para mejorar la caracterización diagnóstica y desarrollar mejores intervenciones específicas, es fundamental identificar los grupos de síntomas del comportamiento que comparten sustratos neurales.

En este estudio se examinaron los resultados secundarios en materia de salud mental de dos enfoques contrastantes de prevención del consumo de alcohol, en virtud de los cuales una intervención se centra en el riesgo subyacente común de la personalidad para el consumo de alcohol y los problemas de salud mental (Prevención) y la otra se centra en los comportamientos y las cogniciones relacionados con el alcohol y las drogas (Escuelas del clima).

El circuito cortical-cerebeloso es vulnerable a la bebida pesada (HD) en los adultos. Hicimos la hipótesis de modificaciones microestructurales tempranas de la región pons/midcéfalo, que contiene las estructuras centrales del sistema de recompensa, en adolescentes con EH.

Se ha descubierto que los aumentos en el tiempo de pantalla están asociados con aumentos en los síntomas depresivos. Sin embargo, faltan estudios longitudinales.

El estudio de las consecuencias neurales del consumo de tabaco durante la adolescencia, incluidas las asociadas con el uso temprano de la luz, puede ayudar a exponer los mecanismos que subyacen a la transición del consumo inicial a la dependencia de la nicotina en la edad adulta.

Examinar los efectos secundarios de una intervención dirigida a la personalidad sobre la intimidación y los daños entre las víctimas adolescentes y los matones.

Caracterizar la neurobiología estructural y funcional de un gran grupo de adolescentes que exhiben un fenotipo desregulado en cuanto a comportamiento y emociones.

El control de los impulsos se está convirtiendo en una habilidad de supervivencia crítica para el siglo XXI. La impulsividad está implicada en prácticamente todos los comportamientos y trastornos de externalización, y ocupa un lugar destacado en la etiología y las secuelas a largo plazo de los trastornos por uso de sustancias (SUD).